CONVERSACIÓN 14 DE NOVIEMBRE. DÍA INTERNACIONAL DE LA DIABETES

Pincha para ver en YouTube

Rafa Titos, Dietista y Entrenador personal

Tras preparar los utensilios de grabación con mas voluntad que talento, recibo a José, varón de 53 años, diagnosticado de diabetes tipo 2, y, aunque charlaría con él de cualquier tema, en cualquier bar, , esta vez, estamos en la sala de reuniones de X3 Sport Center, todavía con la ropa de faena puesta, en una tarde atípica de noviembre para hablar de la diabetes, enfermedad que ya ronda el 15% de prevalencia en España, de cómo la vive él en sus carnes todos los días, y de cómo le ha influido el entrenamiento de Fuerza.
José es cliente desde hace mas de un año de nuestro servicio de entrenamiento personal, y esta es su historia:

-Buenas tardes José, ¿cuándo se le diagnosticó diabetes, qué tipo y bajo que síntomas?
-En un análisis rutinario por niveles de azúcar anormalmente altos, hace unos 10 años.

-Sabemos que las personas que la sufren deben alterar de algún modo su vida cotidiana ¿podría decirnos como le afecta a usted?
-Pues tengo que medicarme con mas de 4 pastillas al día, cosa que odio, cuidarme la alimentación, tener muy en cuenta los niveles de azúcar en sangre todo el tiempo…

-¿Practicaba ejercicio físico?
-Salía a caminar, pero notaba que eso tampoco me hacía mucho

-¿Cómo se convenció para empezar a entrenar fuerza?
– Pues empecé un poco por libre, por cuidarme algo mas, y, luego, te conté mi caso y mi me recomendaste entrenamiento de fuerza.

-Cierto, se sabe que al entrenar, fuerza el músculo se comporta como un tejido metabólicamente muy activo, y, además, solicita esa glucosa de la sangre para sí, aparte también sabemos que una vez que la glucosa entra en la célula muscular, ya no sale, se tiene que utilizar. Pero sabemos que, en su caso, el camino no ha sido nada fácil ¿podría contarlo de manera breve?
-Pues empecé a entrenar fuerza por mi cuenta, y, al cabo de unos días tuve un problema muy grande, los médicos pensaban que era algo gravísimo, algo como un cáncer de hígado por el elevadísimo número de transaminasas y lo pasé fatal. Al final resultó ser un daño muscular desproporcionado por un sobreentrenamiento, pero fue un susto muy grande y ya decidí hablar con un entrenador personal.

-Y tanto, menudo susto, (le digo mientras intento explicar que lo que le pasó se llama rabdiomiolisis y que es una infección provocada por el tejido muscular dañado, que libera sustancias tóxicas). ¿Y podría afirmar que le ha aportado beneficios en su vida diaria? ¿cuáles?
-Me ha cambiado la vida cien por cien, te puedo decir que cuando tenía 40 años tenía peor salud que ahora, tenía una media de azúcar en sangre de 150 con picos de 200 y algo y ahora esta estable en aproximadamente 115, y, además reduciendo la medicación a la mitad, yo ahora me permito algún caprichito y tan feliz.

-¿Y la hemoglobina glicosilada, que es la proteína que representa el historial de glucosa en sangre?
-Pues igual, estaba en mas del 7% que es valor que se marca como alto y ahora anda por el 6,2.

-Pues que alegría. También debemos romper una lanza a favor de la nutrición, que es clave en estos casos.

-Si, por supuesto, pero yo te diría que he notado mas beneficios por el entrenamiento de fuerza, pero porque yo he sido constante y eso es lo mas importante, además cuando te comprometes con el entrenador, vienes mas.

-Y venías algún día tu solo para recuperar si perdías alguna sesión.
-Si, siempre que puedo.

– Además me dijiste que buscabas gimnasios en los hoteles cuando te ibas de viaje.
-No, eso no lo he hecho, las vacaciones son vacaciones (risas).

José termina la charla animando a todas las personas que tienen hiperglucemia que prueben el entrenamiento de fuerza, que por lo menos lo prueben .Yo, la termino explicando que en su entrenamiento nos fijamos mucho en controlar los incrementos en la intensidad del ejercicio durante las sesione, porque la adrenalina, que se activa con el ejercicio influye en los niveles de azúcar en sangre aumentándolos, y a mayor intensidad, mayor aumento, explico también que controlamos los niveles de glucosa con un glucómetro durante las sesiones, y que para la rabdiomiolisis controlamos la intensidad del entrenamiento y la introducción muy paulatina de ejercicios con un alto carácter excéntrico.
Después, los 2 nos despedimos con las mismas 2 palabras: una es hasta luego, y la otra es ¡seguimos!